Suele decirse que la dictadura fasciofranquista no conoció un sólo dia de existencia sin resistencia armada en su contra y asi es. Testigo de ello es por ejemplo el hecho de que alla por el años 1958 los resistentes de ETA planeaban sus primeros pasos era detenido en Asturies mientras transportaba su poco armamento hacia otro refugio el ultimo guerrillero vinculada a la guerrilla antifascista que en esa zona geográfica se habia puesto en marcha en el mismo momento en que las fuerzas golpistas alzadas contra la II República se imponian militarmente.
“Los fugaos”, “los del monte”, “los maquis”… asi fueron conocidos los cientos de hombres de multiple adscripción ideológica aunque con preponderancia comunista que con la colaboración de miles de personas -enlaces, puntos de apoyo, colaboradores…- que da fé de un considerable apoyo combatieron con las armas en la mano. De ello nos habla hoy en “La Memoria” Ramón García Piñeiro, profesor e investigador, que ha publicado recientemente su extenso libro  “Luchadores del ocaso: represión, guerrilla y violencia política en la Asturias de postguerra”. Y a la par tambien algunos de los ecos musicales que dejó aquella épica lucha, tan épica en muchos aspectos como la “Comuna” parisina de la que tambien hablamos