La calidad del agua sigue preocupando en Barakaldo. El viernes pasado grupos ecologistas y vecinales volvieron a exigir la inmediata desconexión del embalse de Oiola, conectado de nuevo a la red de suministro en abril del pasado año tras varios cierres entre 2008 y 2013 por la aparición de lindano. Para Javier Vazquez, portavoz de Ekologistak Martxan “el riesgo al que están siendo sometidos los vecinos deSestao y Barakaldo al consumir el agua de Oiola es inasumible”.