Dice la leyenda que la piedra filosofal transmutaba las piedras en oro. Igualmente la leyenda de la Transición española a la democrácia dice que Manuel Fraga Iribarne -falangista, ministro del régimen fascista del general golpista Francisco Franco durante años- fue un demócrata de toda la vida.
“La Memoria” hace un recorrido por la figura política de este hombre ,de este fascista y franquista convencido, a través de los testimonios de sus victimas: de Anita Sirgo, esposa de minero de la cuenca del Nalón, militante comunista, torturada y presa durante las huelgas mineras de Asturies de 1962; de Victor Díaz Cardiel, obrero, comunista, y compañero en la clandestinidad de Julián Grimau, fusilado en 1962; de Andoni Txasko, obrero, portavoz de la “Asociación de Victimas del 3 de Marzo” de Vitoria-Gasteiz, herido por las fuerzas represivas en las brutales cargas que en esas fechas costaron la vida en esa ciudad vasca a cinco obreros y heridas a más de cien.. En esos tres momentos marcados por la brutal represión de un régimen fascista Manuel Fraga Iribarne era ministro y tuvo responsabilidad directa en los hechos.
Tambien reparamos en la figura de Amilcar Cabral, luchador anticolonialista africano fundador y dirigente del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), que organizó en 1956, y que, con las armas en mano y con la colaboración de efectivos militares cubanos, se enfrentó al colonialismo portugués hasta conseguir la independencia. El 20 de enero de 1973, cuando ya la victoria era inminente, fue asesinado por la policia secreta portugesa.